Me contactó el arquitecto Fumihiko Sano, un colega mío de Nakamura Toji Construction, que buscaba un artesano para un trabajo que estaba realizando en París. La arquitectura francesa está hecha de piedra, a diferencia de la arquitectura japonesa de madera. Fue un plan audaz instalar piezas de madera en el espacio de piedra basado en un solo dibujo. El tiempo disponible para procesar en Japón era limitado, por lo que me basé únicamente en mi curiosidad y experiencia para procesar los productos y transportarlos por mar. El ciprés nunca se ha exportado como material de construcción y en Francia tuvo que registrarse como especie. El barco tardó un mes y medio en llegar. Había muchas cosas que no sabía, ya que no tenía tiempo de reemplazar los materiales si se desarrollaba moho durante el transporte, pero me sentí aliviado de que los materiales llegaran a París en las mismas condiciones en que los envié. El plazo de construcción en Francia es de 90 días. No podía resfriarme, no podía lesionarme, no podía perdonar ni un solo error y los días estaban llenos de anticipación y ansiedad. El interior de la tienda, que se completó con éxito, está hecho íntegramente de ciprés japonés. Para el ciprés, utilizamos ciprés Tono, que se encuentra en el área de Jingu Binrin del Gran Santuario Geku de Ise. Pudimos recibir a los clientes en un espacio lujoso y el aroma del ciprés lo convirtió en un lugar donde podían sentirse renovados.